La Medicina del Siglo XXI apuesta por esa manera de entender la salud, es la medicina que va a favor del ser humano en su conjunto. Y no sólo cuando estamos enfermos, sino cuando estando sanos nos anticipamos y diseñamos a nuestra medida un programa de vida saludable. Si lo cumplimos, no solo vamos a vivir más sino a vivir mejor.
Y no es una cuestión de edad, cualquier momento es bueno para empezar. Yo soy muy joven pero intento seguir las pautas que marco a los demás. Me parece importante aplicarme ese rol y saber lo que estoy pidiendo a mis pacientes cuando juntos intentamos un cambio en el estilo de vida. Si no empatizas con ellos, si no eres capaz de ponerte en su lugar, es difícil que entiendan bien de lo que les estás hablando.
Es fundamental establecer relaciones de confianza, incluso de complicidad porque no se trata sólo de «ser obediente» o de portarse bien. Es mucho más. Es comprometerse. Y eso solo se alcanza si ellos se sienten libres para seguir el protocolo marcado y convencidos de que el objetivo merece la pena. Cuando lo comprueban y se sienten más vitales, más saludables, más contentos, el recorrido es sencillo y muy gratificante.