«El estrés puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. Cuando se convierte en crónico está acortando tus telómeros«

POTENCIA Y DESGASTE

EL ESTRÉS

Las dos caras de la moneda

Es la respuesta física y emocional ante las situaciones de percepción de amenaza. El estrés nos salva la vida en una situación de peligro o nos empuja a dar lo mejor de nosotros mismos ante un desafío.

Todos experimentamos eventos estresantes en algún momento de nuestra existencia pero cuando mantenemos en el tiempo esa tensión desasosegante el estrés se convierte en crónico. Ese estado nos va a ir enfermando lentamente, haciendo que el cuerpo se “queme” por estar a la máxima potencia, agotando los recursos y provocando en nuestra salud un impacto biológico, psicológico y social.

El estrés supone ya un coste de 136.000 millones de euros anuales en Europa por absentismo laboral consecuencia de enfermedades asociadas y es el causante último del 80- 90% de todas las consultas médicas. la Organización Mundial de la Salud estima que los trastornos relacionados con el estrés crónico afectan a 450 millones de personas. Unas cifras que no tienen precedentes.

Información clave que debes conocer

Descubre cómo puedes optimizar tu salud: aprende a alimentarte, a dormir, a relajarte…y muévete. La vida sana rejuvenece y es la clave de la longevidad.

Eustrés o estrés positivo

El estrés positivo saca lo mejor de nosotros mismos. Es bueno, dura poco y el cuerpo recupera rápido los niveles hormonales y las funciones fisiológicas normales.

Este estrés completa las tres fases del estrés agudo:
Fase I : alarma ( respuesta ataque-huída)
Fase II : vigilancia-resistencia
Fase III : relajación

Gracias a este tipo de estrés nuestro cuerpo:

+ Respuesta rápida ante una alerta

+ Resistencia y capacidad de adaptación

+ Aumento del rendimiento físico por la liberación de adrenalina

+ Motivación

+ Optimización de la inteligencia

+ Aumento de la destreza mental

+ Mayor actividad productiva

+ Aumento de la creatividad

+ Aprendizaje para controlar las emociones

Distrés o estrés crónico

Este tipo de estrés se produce después de 6 meses de sostener el estado sin llegar a la fase III de relajación. Así, permanecemos instalados en vigilancia-resistencia y las dos hormonas implicadas en el estrés crónico llegan a ser tóxicas.

Síndrome de burntout

+Dolores de cabeza. Palpitaciones

+Hipertensión. Obesidad

+Falta de apetito o gula.

+Incremento grasa abdominal

+Problemas digestivos

+Orina frecuente, diarrea o estreñimiento.

+Dolores o calambres musculares

+Disminución libido

+Infertilidad e interrupción de la menstruación

+Perdida de memoria debido a que los niveles altos de cortisol daña la conexión entre células cerebrales.

+Piel seca y acné

+Disminución de las defensas

+Envejecimiento prematuro

+Alteración ritmo circadiano

Intoxicados por el cortisol y la adrenalina

La Adrenalina y sus efectos

La adrenalina produce sensaciones euforizantes, muy adictiva. Moviliza toda la energía hacia músculos aumentando la frecuencia cardíaca y respiratoria, y cerebro para facilitarnos más oxígeno en la toma de decisiones.

Un exceso de adrenalina no sale gratis para nuestro organismo.

Los desajustes al alza en los niveles de esta sustancia pueden generar hipertensión, dolor de cabeza, aumento de temperatura y síntomas asociados a los desórdenes de ansiedad o estrés crónico, como las náuseas, los temblores o los problemas para dormir.
Los picos de adrenalina pueden hacer que la visión se vuelva más borrosa al incrementar la presión en los ojos.

 

El cortisol y sus efectos

El cortisol apaga el sistema de defensa para que no percibamos dolor e induce la destrucción de órganos y músculos para producir los nutrientes que el cuerpo está exigiendo ante ese desgaste máximo.

Cuando el estrés es prolongado se disparan en el organismo los niveles de cortisol, y al ser el único proveedor de glucosa del cerebro tratará de conseguirla por diferentes vías, bien sea destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a lo otros tejidos.

Su función primordial es la movilización y reposición de energía y en el estrés agudo aumentar la vigilancia, la excitación y la consolidación del a memoria y atención selectiva. Sin embargo cuando el organismo está expuesto a niveles elevados y prolongados va a tener un efecto tóxico, provocando la neurodegeneración del hipocampo disminuyendo la memoria y aprendizaje de forma similar a la depresión.

El estrés te está envejeciendo

Cuando una persona padece una situación de estrés crónico está provocando en su organismo un ambiente pro-inflamatorio, está acelerando el envejecimiento de sus células, produciendo un mayor estrés oxidativo, una disminución de la telomerasa en un 50%, un acortamiento de sus telómeros –factores ambos asociados con la senescencia/ longevidad celular- y una disminución de la función inmunitaria. La acumulación de esa tensión debilita y daña el organismo añadiendo una media de 10 años biológicos a nuestro ADN en relación a la edad cronológica que tenemos.

Los telómeros y el estrés

Los telómeros son partes pequeñas de ADN situadas en el extremo de los cromosomas que se van acortando cada vez que la célula se divide. Las células contienen una enzima llamada telomerasa que agrega nuevo ADN a los telómeros, colaborando así a su mantenimiento el tiempo suficiente para apoyar las actividades celulares.

Cuando los telómeros llegan a ser muy cortos ya no puede haber división en la conservación y replicación del ADN lo que produce el envejecimiento de la célula.

“Entonces, descubrimos algo inaudito: cuanto más estrés crónico tienes, más cortos son tus telómeros, lo que significa que es más probable que seas víctima de una enfermedad temprana y tal vez de muerte prematura. Nuestros hallazgos significaban que los eventos de la vida de las personas y la forma en que respondemos a estos eventos puede cambiar la manera en que uno mantiene sus telómeros. La longitud de los telómeros no era solo una cuestión de edad contada en años”

Elizabeth Blackburn. Premio Nobel de Medicina 2009 por descubrir la telomerasa
“La ciencia de las células que nunca envejecen” TED/2017

Si quieres escuchar la conferencia completa aquí tienes el link

Signos de alerta

El aparato digestivo es como una extensión del cerebro por eso hablamos de eje mente-intestino. De hecho en el intestino hay más neuronas y produce el 95% de la serotonina, la hormona del bienestar.

El estrés altera sus funciones afectando a la permeabilidad epitelial, la motilidad o las secreciones y dañando la microbiota. Esa tensión psicológica constante perjudica a nuestro ecosistema intestinal provocando numerosos trastornos como dispepsia, síndrome del intestino irritable, estreñimiento, diarrea, ardor o náuseas.

Estrés e infertilidad

El estrés crónico puede alterar las hormonas femeninas, suprimir el ciclo menstrual o hacerlo irregular.

En el hombre puede reducir la cantidad y calidad de espermatozoides, disminuir el volumen de semen y afectar a los niveles de testosterona. El estrés además inhibe la libido y provoca disfunción eréctil empeorando las relaciones sexuales en la pareja.
Como causa- efecto el estrés, que produce un tratamiento de fertilidad, también interfiere en la posibilidad de conseguir un embarazo deseado.

“Seis Mitos sobre el estrés”. American Psychological Association (fuente)

«La vida no es rígida, es una caña de bambú,

El ser humano es imperfecto y por tanto capaz de adaptarse a los cambios»

LA MEJOR PASTILLA SE LLAMA RESILIENCIA

Todos nos enfrentamos en algún momento de nuestra vida a acontecimientos o situaciones estresantes. Cada emoción, cada desafío tiene un motivo detrás y esos pequeños o grandes desencadenantes de estrés –estresores- han hecho que el ser humano se haya adaptado y fortalecido con las dificultades que ha debido afrontar a lo largo de decenas de miles de años. El homo sapiens es la única especie del género homo que todavía perdura, por algo será. Lo dijo Darwin “no sobrevive el más fuerte ni el más inteligente sino el que mejor se adapta a los cambios”.

Eso es la resiliencia y tiene mucho que ver con el estrés. Está demostrado que atravesar un momento o un período de tensión o adversidad nos permite transformarla en crecimiento personal, reordenar nuestros esquemas y salir adelante del trance. Ese es el estrés positivo (videoblog) el que nos hace reaccionar con rapidez, reflejos y fuerza ante los problemas. Es un estado de excitación y alerta que provoca en el cerebro una serie de respuestas automáticas: desde salvar la vida en un momento de peligro extremo o en circunstancias no tan dramáticas dar lo mejor de nosotros mismos ante un reto, un trabajo, una competición . El estrés positivo cumple con las tres fases -alarma, vigilancia-resistencia y relajación-, motivando al máximo la superación y el coraje y aunque desgasta, es bueno, dura poco y aporta la chispa saludable y necesaria para abordar los desafíos.

Sin embargo muchas personas se sienten obligadas a mantener sin límite un estilo de vida estresante que les hace enfermar, que incrementa el riesgo de casi todo. Las cifras que se manejan sobre el estrés crónico –el que se instala en la fase vigilancia-resistencia cuando no hay peligro sin llegar nunca a la relajación-, quema el organismo.

Por eso hablamos del síndrome de “burnout”, y las cifras sobre el impacto en la salud pública o en el coste económico (videoblog) que representa son apabullantes.

Esos millones de estresados en todo el mundo señalan a factores externos con los que han de lidiar cada día pero carecen de una visión proactiva de sí mismos, no se plantean lo que cada uno de ellos individualmente puede hacer para no agotar los recursos de su organismo y gestionar ese estado de tensión extenuante.
Y si se enfrentan a su estrés quieren tratarlo con «una pastilla”. ¿Pero existe algún medicamento para tratar el estrés?

Hay muchos fármacos útiles: pastillas para dormir, ansiolíticos, beta-bloqueadores y antidepresivos, o medicamentos que minimizan las consecuencias metabólicas y neurológicas del estrés. Todos son valiosos hasta cierto punto, y sin embargo, todos tienen sus efectos secundarios y sus limitaciones .

Por eso la mejor solución no depende solo de tales medicamentos y sí de encontrar maneras de modificar el estilo de vida en una dirección positiva.
Afrontar el estrés puede ser una tarea difícil y la mejor pastilla como os decía al principio es la de la resiliencia, la capacidad de adaptarnos, de marcarnos metas realistas, de ser flexibles ante las circunstancias, de confiar en nosotros mismos . La capacidad de tomarse la vida de otra manera.

Dra. Rosa Moltó

Tratamiento.

01. Análisis de síntomas

Cognitivos | Pérdida de memoria, dificultad para concentrarse, preocupación constante…

Emocionales | Cambios de humor, irritabilidad, ira, soledad y aislamiento, sentimiento de agobio, ganas de llorar…

Físicos | Dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, náuseas, disminución del deseo sexual, sudoración…

Conductuales | Ansiedad por comer o inapetencia, dificultad para conciliar el sueño, alejamiento de amigos o familiares, introversión…

Test de la saliva 24 horas | Mediante la determinación del Biorritmo de Cortisol y la DHEA Sulfato y melatonina, en saliva, se aporta una información clave sobre la fase biológica de la situación de estrés.

Tratamiento.

02. Gestión del estrés

Manejar las dificultades

Detectar las primeras señales y detenerlo a tiempo.

Priorizar. Aprender a decir “NO”

Comprometernos solo con aquellas promesas que podemos cumplir.

No procrastinar decisiones.

Tener una actitud proactiva

Ocuparse no preocuparse

Aprender a desconectar

Expresar los sentimientos

Tratamiento.

03. Estilo de vida & farmacología

Definición de un programa individual atendiendo a las circunstancias de vida y al perfil del paciente.

Dieta | Para compensar los niveles de cortisol hay que suministrar al organismo todos los nutrientes necesarios para prevenir deficiencias: proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales, carbohidratos complejos, vitaminas y minerales. Tomar alimentos ricos en triptófano un aminoácido que estimula la producción de serotonina, la hormona del bienestar

Actividad física| Por su efecto psicológico al despejar nuestra cabeza y distraernos de los eventos estresantes. Por su acción fisiológica, la práctica de actividades físicas y deportivas liberan endorfinas y ayudan a sentirnos mejor.

Control | Reducción o eliminación de bebidas excitantes café, colas, alcohol y tabaco.

Fármacos | Prescripción de fármacos si es es necesario

LEARNING

«Podemos aprender a controlar las emociones negativas que alteran el equilibrio de la salud y el bienestar»

¿Qué es la Medicina del S.XXI? 3:20

No podemos detener el proceso del envejecimiento, pero sí prevenir aquellas enfermedades a las que tenemos predisposición, actuando de forma activa en un cambio de estilo de vida.

Ecosistema intestinal 6:45

Tu aparato digestivo sufre con una alimentación equivocada. Somos únicos y el acto consciente debe aportarnos combustible a la medida.

Mantén el estres a raya 8:31

Descubre cómo la adrenalina y el cortisol te envejecen y envenenan tu organismo cuando padeces estrés crónico ¿Qué puedes hacer para controlarlo?

Conoce tu reloj interno 5:29

El reloj interno regula un gran número de genes que nos ayudan en las diferentes fases del día. Te contamos las consecuencias de no hacerle caso y te enseñamos a ponerlo en hora.

¿Te parece interesante? Aprende más aquí

¿Hablamos?
Somos especialistas en poner a punto tu salud